Introducción: La relativa baja incidencia del cáncer en la infancia implica una gran dificultad para su reconocimiento y diagnóstico. A pesar de la misma, es importante realizar siempre una buena historia clínica y un seguimiento evolutivo estrecho; ya que, a partir de ciertos síntomas y signos, es posible realizar un diagnóstico precoz. El acercamiento que ha permitido la ecografía a padres y niños obliga al imagenólogo a una actuación clínica ―en crecimiento constante― como no tuvo antes, amén del pensamiento clínico que sí debió tener. Muchas veces se convierten en los que desencadenan el proceso diagnóstico, precoz o no y en la guía inicial.

Objetivo: Explicar por qué la detección temprana del cáncer infantil puede ser lograda con una historia clínica meticulosa, un buen examen médico y escuchando a los padres, así como ofreciendo un sustento teórico a imagenólogos para su detección precoz.

Métodos: Se realizó una revisión de la literatura, en inglés y español, a través de PubMed y Google académico de artículos publicados en los últimos 5 años. Se hizo un análisis y resumen de la bibliografía revisada.

Desarrollo: Los principales síntomas y signos guía de sospecha de un cáncer en pediatría son: la fiebre prolongada y/o de origen desconocido, la cefalea, las linfoadenopatías, las masas, el dolor osteoarticular, las alteraciones hematológicas, y otros como alteraciones oculares u óticas. Muchos de estos síntomas y signos son comunes a otras patologías, por lo que su gravedad, persistencia, progresión o mala evolución a un determinado tratamiento, recuerdan que estamos ante un proceso maligno. Se deben reconocer los principales síndromes genéticos u otras situaciones que se asocian al cáncer, y tenerlo en cuenta en su seguimiento.

Conclusiones: Es vital para el pronóstico que todos los profesionales que atienden niños consideren la posibilidad y sospechen que pueden estar ante un cáncer, contribuyendo así en la realización de un diagnóstico temprano. Los elementos expuestos en este trabajo deben constituir sustento fundamentado, cuasi obligatorio, en el pensamiento clínico de imagenólogos y cirujanos pediatras.